martes, 14 de abril de 2009

PANORAMA GENERAL DE LA LUCHA CONTRA LA EXCLUSIÓN SOCIAL.

Políticas generales contra la exclusión social.
El Consejo Europeo de Niza en diciembre de 2000, adoptó una serie de “objetivos adecuados” para la lucha contra la pobreza y la exclusión social. A pesar de ser equilibrados, sólidos y viables, hay tres ámbitos en los que convendría hacer una serie de modificaciones tales como:

• La necesidad de que los Estados miembros fijen en sus respectivos Planes de Acción nacionales objetivos para reducir significativamente, para el año 2010, el número de personas con riesgo de pobreza y exclusión social.

• Subrayar en la importancia de tener plenamente en cuenta el papel que desempeña el sexo de la persona en el desarrollo, ejecución y supervisión de los Planes de Acción nacionales.

• Destacar más claramente el elevado riesgo de pobreza y exclusión social que afecta a determinados hombres y mujeres como consecuencia de la inmigración.


La pobreza y la exclusión social adoptan formas complejas y pluridimensionales que obligan a recurrir a un amplio abanico de políticas en el marco de esta estrategia global; política de empleo, vivienda, educación, salud, información y comunicación, movilidad, seguridad y justicia, tiempo libre y la cultura.

Por lo tanto, los objetivos en la lucha contra le exclusión social son:
- Fomento de la participación en el empleo y del acceso a los recursos, derechos, bienes y servicios por parte de todos, (empleo, recursos, derechos a los bienes y servicios).
- Prevención de los riesgos de exclusión.
- Actuación en favor de los más vulnerables.
- Movilización de todos los órganos correspondientes.


El IV Plan Nacional de Acción para la Inclusión Social 2006-2008, como los planes anteriores, ha sido elaborado en el marco de la estrategia europea para la inclusión social, construida sobre los sucesivos acuerdos adoptados en las Cumbres de Lisboa, Niza, Barcelona, Copenhague y Bruselas.
En este IV Plan, el objetivo general es la cohesión social y el desarrollo sostenible como referencias permanentes para la modernización del modelo social, adecuando crecimiento económico con bienestar social, asegurando así la reducción de las desigualdades y la prevención de la exclusión social.
Los objetivos propuestos por el IV Plan Nacional de Acción para la Inclusión social son:
• Fomentar el acceso al empleo: promover la participación en el mercado laboral y luchar contra la pobreza y la exclusión social.
• Garantizar recursos económicos mínimos.
• Alcanzar una educación con equidad.
• Apoyar la integración social de los inmigrantes.
• Garantizar la atención a las personas en situación de dependencia

Para lograr los mencionados objetivos, se han establecido las siguientes METAS, teniendo en cuenta las incluidas en el Programa Nacional de Reformas:
• Aumentar la tasa de empleo hasta el 66% en el 2010.
• Aumentar la tasa de empleo femenina desde el 48% hasta el 57% en 2010.
• Reducir la tasa de desempleo juvenil hasta el 19,3% para 2008 y hasta el 18,6% en 2010.
• Incrementar el Salario Mínimo Interprofesional hasta el nivel de 600€/mes en 2008.
• Recuperar progresivamente el poder adquisitivo de las pensiones mínimas, incrementándolas el 26% hasta 2008.
• Reducir el abandono escolar prematuro al 20% en el año 2008 y al 15% en 2010.
• Garantía de gratuidad en el segundo ciclo y escolarización del 100% de los niños de 3 a 6 años en 2010.
• Elevar las tasas de idoneidad escolar en educación primaria hasta situarlas al final de la etapa por encima del 95%.
• Desarrollar el Sistema Nacional de Dependencia entre el 2007 y 2015 atendiendo al 100% de la población valorada como dependiente y garantizando en el año 2007 la atención de las personas valoradas con Gran Dependencia.
La lucha contra la pobreza y por la inclusión está plenamente vinculada al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas.
Tras la exposición de los objetivos y políticas contra la exclusión social, el profesor Luis Ortiz Jiménez nos traslada una cuestión de suma importancia que pone en duda si realmente las políticas generales contra la exclusión social no hacen mas que propiciar tal exclusión.
La exclusión social no es un fenómeno espontáneo sino que es un proceso de construcción, es decir, no es un concepto real que exista por si mismo.

El colectivo inmigrante. Factores de marginalidad y exclusión social.


Desde el 2001 hasta el 2008 el saldo anual medio de inmigrantes en España asciende a 575.000 personas, es decir la población total es de 41 a 46 millones de habitantes. Es por ello que la incidencia en el crecimiento demográfico español es del 85%.
En el 2008 se cuenta con personas procedentes de Rumania como el principal colectivo extranjero e inmigrado en España siendo de 750.000, seguidos de marroquíes, ecuatorianos y colombianos.

La gran mayoría de los extranjeros proceden de países no desarrollados entrando de forma irregular un 46% durante el 2004 y un 28% en el 2008.
Es evidente que este fenómeno fomenta el riesgo de exclusión social para estos colectivos, incluso apoyado desde la constitución, puesto que permite la existencia de sujetos legalmente desiguales. La exclusión jurídica del extranjero aparece como connatural al ordenamiento jurídico y al orden social.

Hoy la preocupación de la sociedad es sin duda “la crisis” económica que viene afectando tanto mediaticamente como en nuestro día a día; pero durante el 2006 el 54%, consideraban la inmigración el principal problema.

El tratamiento que se ha ido realizando hacia la extranjería ha sido un mero asunto de políticas migratorias, controlando sobre todo las fronteras, expulsando a aquellos que no acreditaran su estadía en el país y limitando al acceso a derechos básicos.

Se ha estado apoyando en el modelo de Gastarbeiter (trabajador temporal invitado) donde no se plantea la integración de los trabajadores, por lo que aumenta la exclusión social entendiendo este colectivo como un ejército de reserva.
Como hemos comentando, la actual preocupación se centra en la crisis, entendiendo que todas aquellas personas inmigrantes que trabajan en España ahora “sobran”, existe el planteamiento de excedentes de inmigrantes en estos tiempos de crisis.

Los derechos de los extranjeros en el ordenamiento jurídico español se recogen en dos apartados diferenciados. Si su estancia esta autorizada cuenta con derechos comparables al de los ciudadanos de la Unión Europea; sin embargo, si viven una situación irregular se encuentran excluidos de los derechos sociales, económicos, políticos y participativos.

Factores de riesgo de la exclusión social del inmigrante.


Cabe preguntarse si puede lograrse la integración sin conceder la ciudadanía a las personas inmigrantes. Ahora bien, hay un nivel básico de acceso que debe asegurarse a todos so pena de vulnerar los derechos fundamentales de las personas. Hablamos del mínimo necesario, decent minimun, o mínimo decoroso (Fried, 1981) para participar en la vida de la sociedad. Mínimo éste que tiene que ver con los derechos humanos, sociales, económicos y políticos que configuran los valores de las sociedades democráticas.

La norma de oportunidad equitativa exige que el Estado garantice el acceso a los servicios sociales a aquellas personas con limitaciones naturales y sociales, teniendo en cuenta sus necesidades individuales y diferenciadas de cada uno, de acuerdo a sus capacidades y límites.



Nuestra sociedad del bienestar garantiza fundamentalmente dos derechos: la asistencia sanitaria y la educación. Otras cuestiones que también conforman el mínimo decente quedan más sometidas al mercado: nos referimos al acceso a la vivienda y al trabajo.

Las coberturas de sanidad y educación configuran los únicos derechos que en alguna medida se garantizan a los inmigrantes dentro de la sociedad española.


Mercado de trabajo y segmentación.

El mercado de trabajo se divide en dos sectores: primario (bien remunerados y de prestigio social, ocupados por los nacionales) y secundario (escasamente retribuidos y reconocidos, con relativo predominio de la economía sumergida y ocupados por inmigrantes).

Mientras que la mayoría de los varones de origen extracomunitario trabajan en los sectores de la agricultura y la construcción, las mujeres inmigrantes dedican sus esfuerzos al sector servicios.
La mitad de la población femenina inmigrante se reparte entre hostelería y servicio doméstico.

Por lo tanto, podemos decir que existen nichos masculinos —agricultura y construcción— y nichos femeninos: servicio doméstico. El cuarto nicho, la hostelería, acoge por igual a integrantes de ambos sexos.


“Los sistemas de garantía de derechos que tradicionalmente existen en las democracias occidentales se encuentran vinculados al concepto de ciudadanía, identificando ésta con la nacionalidad o pertenencia a un Estado. Lo cual limita en gran medida la participación de los considerados extranjeros en la sociedad, incluso en aquellas dimensiones que configuran el mínimo decente (salud, educación, trabajo, vivienda) para sobrevivir. La relación entre el estatus de inmigrante y el riesgo de exclusión es, como se deduce, estrecha. Y más estrecha aún si pensamos en la inmigración irregular.” Julio Luis Martínez, Mercedes Fernández, Inmigración y exclusión social

PELÍCULA.




La noire De Aka Black Girl.
Dirección: Ousmane Sembene,
Sinopsis: La Noire, un film casi documental. Es la historia de Diouna, que dejó su pais, Senegal, para convertirse en sirvienta de una adinerada familia blanca de la Riviera francesa; donde es esclavizada hasta el punto de llevarla al suicidio. A través de un juego de conciencia y toma de conciencia, se narra el viaje de sus patronos a Dakar para contar lo inerrable a sus parientes.











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